Originalmente publicada en el año 1998 y actualizada en el año 2015 la encuesta de mejores prácticas[1] estableció el WACC y los flujos descontados como herramientas primarias en la toma de decisiones financieras por el 95% de los encuestados. 

Los modelos financieros que, en general, se implementan en el aplicativo MS Excel, cuantifican la realidad operacional y financiera del negocio, dan realismo y flexibilidad a las proyecciones presentadas en lenguaje contable (estado de situación financiera, estado de pérdidas y ganancias y estado de flujo de caja) y vuelven explícitos los supuestos utilizados.

Siendo simple, la evaluación de un proyecto podría ser vista como la comparación entre su rentabilidad, la del proyecto, y el costo de los recursos utilizados.  La viabilidad financiera supone que la rentabilidad obtenida por el proyecto sea mayor o igual al costo de los recursos invertidos.

Cuando se valora por flujos descontados deben considerarse todos flujos futuros del activo.  En algunos casos puede hablarse de corto y mediano plazo, proyecciones de 5 a 10 años, y en otros de largo plazo 30, 50 o más años.

Los análisis de sensibilidad, por escenarios y probabilísticos son tres herramientas que nos ayudarán a tomar decisiones más acertadas en diversos escenarios, con base en las variables más importantes de cada uno.